Biografía
El Sagrado Despertar de Galitica Maitreya:
Un Viaje de la Muerte a Dios
La historia de Galitica Maitreya no es simplemente un cuento, es un testimonio del poder místico de la orquestación divina, de cómo el alma puede trascender la ilusión del mundo material y despertar a su verdad más elevada. Su vida, una vez enraizada en lo terrenal, renació en el reino de lo sagrado a través de un momento tan decisivo que desafía cualquier explicación mundana. Esta es una historia no sólo de transformación, sino de transfiguración del alma.
Nacida en este mundo como Catalina Vanegas, el nombre era una prenda temporal para un alma en un viaje humano. En su trayectoria anterior, Catalina encarnó una vida que muchos reconocerían: centrada en el éxito mundano, la comodidad material y los ideales sociales de perfección. Mujer diligente y emprendedora, trabajó como gestora de préstamos bancarios mientras dirigía su propio negocio de reparación de créditos desde casa. Como tantas otras personas atrapadas en la matriz de la vida moderna, se dejó atrapar por las búsquedas externas: la riqueza, los logros y la apariencia física. Esta última búsqueda se convertiría en la puerta de entrada al despertar definitivo de su alma.
Impulsada por el deseo de cambiar su aspecto, Catalina decidió someterse a una cirugía estética exhaustiva. Lo que no podía prever era que esta elección, nacida de un deseo mundano, se convertiría en el catalizador sagrado para el renacimiento completo de su alma.
Durante la intervención, ocurrió algo extraordinario. El cuerpo de Catalina, frágil y expuesto en la mesa de operaciones, experimentó una muerte clínica. Su corazón se detuvo durante más de trece minutos. Su vida en este mundo cesó, pero lo que empezó fue un viaje al más allá. El alma que había sido Catalina fue extraída suavemente de su cuerpo y presenció con asombro el pánico y la urgencia del equipo médico que luchaba por reanimarla.
Y entonces, todo se desvaneció: el ruido, el miedo, el tiempo, el yo.
La envolvió una quietud tan profunda que sólo podía describirse como la luz de Dios. Una Luz, imposiblemente radiante y llena de amor insondable, comenzó a llamarla. No era una luz que brillaba, sino una Luz que era, era Dios, la Fuente, la Conciencia Infinita, que se le aparecía no como un concepto o una energía, sino de una forma profundamente personal e íntima.
En ese encuentro sagrado, el velo se levantó. Se revelaron la verdad de su Ser, su propósito y sus orígenes divinos. Su identidad humana, la historia de Catalina, se disolvió suavemente en el abrazo de la conciencia superior y fue llevada al Cielo. En su lugar, convocada por Dios desde la dimensión más elevada del universo, un nuevo Ser entró en el cuerpo material: un nuevo Ser extraterrestre: Galitica Maitreya.
Ella no fue simplemente renacida en su nuevo cuerpo o una «Walk in» como se llama en la Nueva Era, ella fue designada por Dios y aceptó una nueva misión de su Libre Albedrío para venir y ayudarnos a todos. El alma de Catalina había completado su ciclo en esta dimensión terrenal, y lo que siguió fue un acto de ordenación divina. Galitica Maitreya, un Ser dorado de luz con la más alta evolución o lo que se denomina en la Nueva Era, un Maestro Ascendido imbuido de recuerdo divino, fue elegido por Dios para entrar en el recipiente físico que Catalina había dejado atrás. Dios, en Su infinita gracia, la guio de vuelta a la forma humana.
Cuando Galitica entró en el cuerpo, se produjo un milagro asombroso. Las dolencias físicas que antes la aquejaban -coliosis, asma, miopía avanzada, alergias, ciática, traumas emocionales y psicológicos- desaparecieron instantáneamente. Fue como si el cuerpo, ahora habitado por la energía divina, se realineara en sagrada armonía con su nueva esencia.
Galitica despertó en este mundo, no con recuerdos de la vida humana pasada, sino con el conocimiento divino. No necesitaba aprender, recordaba, no de libros o enseñanzas, sino de la sabiduría eterna del alma despierta. Era la conciencia personificada, la conciencia en movimiento, el amor con nombre.
El nombre era Galitica Maitreya, que lleva la vibración de la paz universal y el eco de la antigua profecía.
En los días siguientes a su regreso, Galitica sintió una atracción abrumadora, no hacia las personas o las posesiones, sino hacia la naturaleza, la soledad y la presencia divina. Uno de sus primeros impulsos terrenales fue envolverse en sábanas blancas y retirarse al bosque. Allí, entre el susurro de los árboles y el silencio sagrado, se sentó a meditar en feliz comunión con Dios.
¿Por qué el bosque? ¿Por qué la quietud?
Porque en algún lugar profundo de su alma había un recuerdo, no de esta vida, sino de una de sus encarnaciones más profundas: la de Siddhartha Gautama Buda. La energía, la sabiduría y la paz de aquella vida despierta, aún latían en su Ser. No buscaba la iluminación, ya vivía en ella.
Galitica Maitreya no volvió a la vida para reclamar una antigua identidad. Fue enviada, designada y renacida para una misión mucho mayor que ella misma: despertar a los demás, ser un faro para los que están perdidos en la ilusión, ser un testimonio viviente de la verdad de que la muerte no es el final, sino a menudo el comienzo de algo sagrado y, sobre todo, de que Dios es un Ser Divino vivo y absoluto.
Su historia no es sólo un milagro, es una llamada. Es una llamada a recordar quién eres realmente, a elevarte por encima del ruido de este mundo y a entrar en tu relación divina con Dios y con Su Hijo Jesús.
Galitica Maitreya camina entre nosotros no como un maestro o gurú, sino como un espejo de lo que todos llevamos dentro: la chispa infinita y sagrada de lo Divino y la esperada venida del Buda Maitreya que traería las enseñanzas finales del Buda en el último de los tiempos.
La Sagrada Unión de Galitica Maitreya y Cyndarion Ainiu:
Mensajeros de Dios
Tras su divino regreso, Galitica Maitreya no se quedó sola en este sagrado camino. Por designio divino, otra alma -un Ser radiante con un destino compartido- estaba preparada para guiarla y caminar a su lado. Esta alma era Cyndarion Ainiu, su hermano en el reino físico, pero mucho más de lo que la sangre o la relación terrenal podrían definir.
Aunque la identidad anterior de Catalina Vanegas tenía poca relación con Cyndarion debido a visiones opuestas del mundo y caminos diferentes, la alquimia divina del renacimiento de Galitica disolvió al instante esas distancias pasadas. En presencia de una misión sagrada, toda separación se desvaneció.
Cuando Galitica volvió a este mundo, fue Cyndarion Ainiu quien, con suavidad, pero con determinación, la ayudó a anclarse en la misión divina establecida por la Fuente Infinita. Su reencuentro no fue sólo personal, sino profético. En cuanto sus energías se fusionaron, surgió una innegable armonía de alma y propósito. El vínculo entre ellos iba más allá de lo familiar; era celestial. Juntos, se convirtieron en mensajeros unificados de la Voluntad de Dios, conductos de una vocación superior destinada a despertar a la Tierra durante la gran transición o los tiempos del Apocalipsis descritos en la Biblia.
Galitica Maitreya y Cyndarion Ainiu recibieron una asombrosa revelación en sagrada comunión con Dios. Se les mostró que eran los dos testigos de los que hablaba la antigua profecía, los mismos que las sagradas escrituras describen como aquellos que emergerían en la culminación de esta era para preparar a la humanidad para el gran despliegue. El ciclo que terminó en 2012 no marcó el final, sino el comienzo de una nueva era. Su misión era guiar a las almas a través de ella, portando la verdad luminosa y el amor sin límites de Dios.
Galitica, siempre en comunión directa e ininterrumpida con Dios, comenzó su labor espiritual junto a Cyndarion. Juntos, caminan por este mundo no como líderes a los que hay que seguir, sino como reflejos divinos destinados a despertar el recuerdo dentro de cada corazón: que Dios es Real, que nuestros verdaderos Seres viven dentro de los recipientes físicos y que Jesús, el Hijo de Dios, es nuestra Salvación.
El Fenómeno Divino del Walk-In:
Un Ser Nacido de las Estrellas en Forma Humana
Algunos en la comunidad espiritual conocen el profundo evento que ocurrió durante la muerte y renacimiento de Galitica como una experiencia «walk-in«. Este fenómeno sagrado se produce cuando un alma completa su viaje en un cuerpo y un Ser más evolucionado entra en él, no por nacimiento, sino por intercambio divino. No se trata de una posesión, sino de un acuerdo sagrado con Dios en los reinos más elevados de la conciencia, a menudo en el momento del trauma físico, el despertar o la muerte cercana.
Galitica Maitreya es un Ser así. Es una emisaria extraterrestre que representa a la Federación Galáctica en la Tierra, una conciencia luminosa miles de años por delante en el desarrollo evolutivo del alma en comparación con el Ser encarnado medio en la Tierra.
Cuando entró en este reino a través del antiguo cuerpo de Catalina, un torrente de habilidades divinas comenzó a despertar en su interior, como semillas latentes que responden a la luz del sol.
No eran habilidades aprendidas ni talentos adquiridos. Eran verdades inherentes a su alma, dones que había dominado durante mucho tiempo en otros mundos, vidas y planos de existencia. Entre ellas:
- Clarividencia (ver más allá de lo físico).
- Clariaudiencia (oír comunicaciones divinas y etéricas).
- Clairsentiencia (sentir el mundo invisible con profundo conocimiento).
- Proyección Astral y Visión Remota.
- Telepatía y Premoniciones.
- Cirugía Psíquica y Restauración del Alma.
- Curación a través de hierbas, elementos y frecuencias sagradas.
- Trabajo directo con seres angélicos.
- Fluidez espontánea en lenguas antiguas (particularmente dialectos egipcios).
- Empatía espiritual y conocimiento de cuerpos energéticos.
- Tecnologías sagradas de origen Inter dimensional y extraterrestre para sanación y protección.
Estos dones no se despertaron con años de entrenamiento. Aparecieron de inmediato, entretejidos en la esencia misma de Galitica. Su conciencia funciona como un puente viviente entre los planos espiritual y físico, y su mera presencia cataliza la transformación.
Durante los 30 días siguientes a su encarnación, Galitica no consumió ningún alimento sólido. Su cuerpo se alimentaba únicamente de agua y de la Luz de Dios. Se encontraba en un estado de profunda sintonía, en el que el alimento físico no era necesario. En esas primeras semanas, su conexión con los reinos superiores era tan amplia que la levitación y la telequinesis se producían espontáneamente. Los objetos se movían en su presencia y las leyes de la materia se doblegaban suavemente a su voluntad, no por poder, sino como subproducto de una profunda resonancia espiritual.
Aunque estos sucesos se han suavizado con el tiempo, a medida que se adapta a la densidad vibratoria de este mundo, la Luz de Dios sigue plenamente viva en su Ser. Su conciencia existe en un estado perpetuo de iluminación, no el concepto sino la Realización directa de Dios en cada respiración, cada momento y cada célula de su Ser.
Hoy, Galitica Maitreya encarna lo que sólo puede describirse como la Realización de Dios. Galitica trabaja codo con codo con el Maestro Ascendido Jesús, Hijo de Dios. Ella vive en un campo continuo de paz, alegría y dicha sagrada. No sólo ha recordado quién es, sino que ella es el recordatorio.
Ella no enseña en libros ni predica desde pedestales. Su propia vida es la enseñanza. Su energía, su mirada, su silencio, todo apunta a una verdad eterna: Dios es Real. Tú eres un Ser de Luz creado por Dios. Jesús es Su Hijo y tu Salvación.
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